¿Vas a preparar pasta y no sabes qué salsa elegir? Con tantas variedades de pasta y salsas disponibles, es normal dudar sobre cuál combina mejor con cada tipo. No te preocupes, en este artículo te mostramos las principales salsas para pasta y te ayudamos a escoger la ideal según la receta que quieras preparar. ¡Sigue leyendo y descubre la combinación perfecta!
¿Cómo elegir la mejor salsa para tu pasta?
Para saber elegir el tipo de salsa lo primero que debes tener en cuenta es la forma y textura de esta. Las pastas largas y finas, como los espaguetis, se recomiendan acompañarlos de salsas ligeras, como pomodoro o salsa de ajo y aceite. Mientras que las pastas cortas y con huecos, como los pennes o rigatonis, son ideales para salsas más espesas, como boloñesa o cuatro quesos. Otra cosa que debes pensar es si prefieres algo más tradicional, con salsas típicas italianas; ligero, con salsas tipo pomodoro o pesto; o cremoso, con salsas cuya base es con nata, mantequilla o queso. También es un factor a considerar el equilibro de sabores, sobre todo cuando la pasta es rellena. Para ella, lo ideal es elegir salsas suaves para no perder en exceso su sabor.
A continuación te mostramos diferentes tipos de salsas.
Salsas clásicas italianas para la pasta
Esta primera categoría recoge las salsas más tradicionales de la cocina Italiana.
Salsa Pomodoro
Famosa por su sencillez y frescura. Se elabora con tomates triturados, ajo, aceite de oliva, albahaca y sal, logrando un equilibrio perfecto entre acidez y dulzura. Su textura ligera la hace ideal para pastas largas como espaguetis o linguine, aunque también funciona en platos horneados como la lasaña.
Salsa Carbonara auténtica
Esta es la receta original, sin nata pero sin perder su cremosidad. Se elabora con yema de huevo, queso Pecorino Romano, guanciale (papada de cerdo curada) y pimienta negra. La clave está en mezclar los ingredientes con el calor residual de la pasta recién cocida para conseguir la cremosidad perfecta. Lo más común es servirlo con espaguetis.
Salsa Pesto Genovese
Es originaria de Génova y se caracteriza por ser fresca y aromática. Sus ingredientes son: albahaca fresca, piñones, ajo, queso Parmigiano Reggiano (o Pecorino), aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal, todo triturado hasta obtener una textura suave pero consistente. Se suele mezclar con pasta corta como los trofies (pasta típica de Génova) o fusillis.
Salsa Boloñesa
Esta salsa es originaria de Bolonia, de ahí su nombre. Se elabora con carne picada de ternera y cerdo, que sofríe con cebolla, zanahoria y apio, y se cuece a fuego lento con tomate, vino tinto y un toque de leche para suavizar la acidez. Su larga cocción potencia los sabores y crea una textura espesa, ideal para mezclarse con pastas anchas como tagliatelle o utilizarse en lasaña.
Salsa Alfredo
Se prepara con mantequilla, nata, leche, queso Parmigiano Reggiano y un toque de sal, pimienta y nuez moscada. Esta es una salsa muy cremosa, que tradicionalmente se sirve con fettuccini.
Salsas ligeras y saludables para la pasta
Pero si quieres opciones más ligeras y saludables para después no sentir tanta pesadez en el estómago, aquí tienes otras opciones.
Salsa de tomate y albahaca
Se elabora con tomates maduros, ajo y un toque de aceite de oliva, cocidos a fuego lento hasta obtener una textura ligera y suave. La albahaca fresca se añade al final, esta le aporta un agradable aroma y toque refrescante. Combina muy bien con pastas largas como espaguetis o linguine.
Salsa de ajo y aceite
Es una de las opciones más sencillas pero sin dejar de ser muy sabrosa. Se prepara salteando ajo picado en aceite de oliva virgen extra hasta que se dore ligeramente, lo que libera su aroma y sabor. Esta salsa se combina perfectamente con pastas largas como espaguetis. A menudo se adereza con un toque de guindilla para darle un puntito picante.
Salsa de calabacín y parmesano
Se prepara salteando calabacines en rodajas con un toque de aceite de oliva y ajo, posteriormente se tritura y se mezcla con queso Parmigiano Reggiano rallado para dar cremosidad. Su sabor es muy suave por lo que no resta protagonismo a la pasta, puede ser una buena opción para acompañar la pasta rellena.
Salsa de calabaza y Ricotta
Ideal para quienes buscan una salsa ligera pero cremosa. Se elabora cociendo la calabaza hasta que se ablanda, y luego se mezcla con queso ricotta, creando una textura suave. El toque de nuez moscada o tomillo le da un sabor aromático. Esta salsa combina perfectamente con pastas como pappardelle o ravioli, ya que su suavidad potencia la pasta. Por su cremosidad y sabor otoñal, es una opción ideal para los meses más fríos.
Más tipos de salsas para la pasta
Si todavía no te has decidido, aquí tienes más opciones con un toque diferente.
Salsa de cuatro quesos
Esta es una de las opciones más cremosas, ideal para los amantes del queso. Se prepara con una mezcla de quesos como el Parmigiano Reggiano, Gorgonzola, Fontina y Mozzarella, que se funden con nata y mantequilla hasta obtener una textura suave. Esta salsa es perfecta para pastas anchas, como fettuccine o rigatoni, ya que al ser tan cremosa se liga perfectamente a ella.
Salsa queso Gorgonzola y nueces
Esta es la idónea para los amantes de los sabores intensos. Se prepara derritiendo el queso Gorgonzola en nata y mantequilla, hasta conseguir una textura cremosa. Las nueces troceadas se añaden al final, aportando un toque crujiente que contrasta perfectamente con la cremosidad del queso. Esta salsa es perfecta para pastas como rigatoni o pappardelle, ya que su consistencia espesa se adhiere bien a la pasta.
Trucos para conservar las salsas caseras
Una vez hayas decidido qué salsa preparar para tu pasta y la hayas cocinado, puede que te sobre un poco y quieras guardarla para disfrutarla en otro momento. Por eso, te contamos cómo conservarla para mantener su sabor y frescura. Lo ideal es almacenar las salsas caseras en un recipiente hermético en el frigorífico, pero antes asegúrate de que la salsa esté completamente enfriada para evitar que se forme humedad. Las salsas a base de tomate o cremosas suelen durar entre 3 y 5 días en la nevera. Pero si prefieres guardarlas por más tiempo, puedes congelarlas en porciones individuales, lo que te permitirá descongelar solo lo necesario para un plato además de facilitar su descongelación.
Consejos finales
Esperamos que los consejos que te hemos compartido te hayan sido útiles y que disfrutes de tu delicioso plato de pasta. Recuerda que en nuestra tienda online puedes encontrar la mejor pasta artesanal sin gluten de Málaga. O si prefieres dejar la cocina en nuestras manos, te invitamos a venir a Pintazza, nuestro restaurante en el centro de Málaga para disfrutar de los mejores platos de pasta sin gluten de la ciudad, ¡sin tener que cocinar!